13 enero, 2021

AENA, desinformación, caos y desistimiento a los viajeros en Barajas

 

Como es conocido AENA, cuya matriz es ENAIRE, es una empresa que tiene encomendada la gestión de la práctica totalidad de los aeropuertos españoles y en la que no hace muchos años el estado ha dado participación en su accionariado a la iniciativa privada, en la relación de 51% estado, 49% privados. El último ejercicio ha presentado beneficios por importe de más de 1.200 millones de euros.

Más o menos, se puede entender que en caso de una tormenta como la que ha azotado y sigue azotando a buena  parte de España, se puedan dar situaciones críticas en vías rodadas y férreas por la dispersión y longitud de las mismas y la vulnerabilidad de estas infraestructuras ante cualquier obstrucción puntual como puede ser caída de árboles, desprendimientos, camiones o vehículos atravesados, etc.


No es el caso de una infraestructura aeroportuaria que tiene unas instalaciones limitadas en el espacio y que prácticamente solamente se ven afectadas por las inclemencias meteorológicas las pistas de despegue y aterrizaje de las aeronaves. El resto, son edificios e instalaciones a cubierto. 

Lo que realmente hace que se suspendan o demoren las operaciones aeronáuticas son las adversas condiciones meteorológicas, a fin de no poner en riesgo las vidas de los pasajeros y tripulantes. Es por tanto imprescindible que un aeropuerto cuente con medios de mantenimiento y auxiliares para que en todo momento se den las condiciones adecuadas a fin de subvenir a las operaciones normales y mucho más en situaciones críticas. Por ejemplo, medios anti-incendios, bomberos, máquinas quitanieves, etc.

Pero, el "lio", por no decir "el carajal" en que se ha convertido el aeropuerto de Madrid-Barajas en estos días ha sido de gestión de las instalaciones "cara viajero" en los accesos, las salas de embarque, espera, mostradores, tiendas, cafeterías, información, etc.

Empezando por lo primero, la accesibilidad al aeropuerto ha sido catastrófica, si bien de competencia de las autoridades gubernamentales, autonómicas y local y no estrictamente del gestor aeroportuario, en este caso. Las salas de embarque, así como el resto de prestaciones a las que los viajeros tienen derecho fueron un caos. Gente que llegaba para transbordar o para tomar un vuelo y que no había sido advertida de las cancelaciones y por tanto arremolinadas en las distintas salas; esperas de más de 48 h, con una información que brilló por su ausencia y desistimiento, claramente doloso, a las miles de personas atrapadas, sin poder salir del recinto, que se vieron privadas de atenciones y abastecimientos básicos y elementales como es la alimentación, bebidas calientes, etc,  ya que se cerraron las cafeterías. Las máquinas de vending se vieron desbordadas, así como el cambio monetario de los viajeros para poder acceder a la compra.

A AENA, como a cualquier monopolio que se precie, le importan bastante poco los viajeros, que son sus clientes, porque éstos son los que pagan sus billetes a las compañías comerciales, que son a las que AENA les cobra los slots que conforman el grueso de sus ingresos, además de los ingresos por las concesiones a tiendas, cafeterías y otros concesionarios. AENA , ante cualquier eventualidad le paga así a quienes son su razón de ser.

El presidente y consejero delegado de AENA es un tal Maurici Lucena, economista catalán, hombre de cuota del Partido Socialista catalán, cuyo jefe no es otro que el ínclito ministro Ábalos, que ya se lució con la sarta de mentiras y balones fuera con que nos obsequió en sus comparecencias respecto de la nevada acontecida. Este señor Lucena, sirve tanto para un roto como un descosido, porque en gobiernos socialistas anteriores ya tuvo otro "carguito" como presidente de ISDEFE, una empresa pública de ingeniería de sistemas, dependiente del ministerio de Defensa. No hace falta ser exministro para tener puertas giratorias de cuota.

La clase política española, salvo en contadísimas ocasiones, carece de la más mínima decencia política y personal y da lo mismo lo que hagan y cómo gestionen sus competencias, ya que ellos están a otras cosas varias y los gobernados les importamos tres narices. El ministro ya acumula un buen currículo de méritos para irse a su casa o a ejercer en el partido. Y su subordinado, pues otro tanto.

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PD/ Aena ha solicitado ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para limpiar el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas tras la nevada histórica que ha dejado la borrasca 'Filomena', pese a que gasta alrededor de seis millones de euros al año en un 'Plan de Actuaciones Invernales frente a contingencias de hielo y nieve', que incluye tanto la maquinaria como el personal y los protocolos necesarios para su retirada.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí. Los Medios nos muestran cada día más imágenes y los cometarios son más críticos contra las autoridades: no quisieron prevenir estando avisados con una semana de antelación.
Bien por la gestión de Aena para obtener beneficios como empresa pública. ¿O los beneficios son por la parte privada? Creo que con estos beneficios se debe atender mejor a los clientes. Las pistas se pueden limpiar con mayor celeridad para no tener que suspender servicios. Otra cosa son los accesos al aeropuerto.
Y para el ferrocarril también existen máquinas quitanieves. Pero nadie le pide responsabilidades al ministro. Las redes sociales están censuradas, las televisiones compradas, la prensa es amarilla y los pocos disidentes son tan minoritarios que prácticamente no tienen influencia. Nos manipulan ¿Cuarto poder? SÍ, con el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El Gobierno de coalición suspende en su gestión política y económica en su primer año de mandato. Recuerdo huelgas generales de otras épocas.

Anónimo dijo...

En enero de 2018, el entonces líder de la oposición, Pedro Sánchez, criticaba así al Gobierno de Mariano Rajoy por la gestión de la nevada que provocó el colapso en la autopista de peaje A-6 (Madrid-La Coruña) y sus ramales a Segovia y Ávila. «Muchas familias han pasado la noche atrapadas en la carretera y allí siguen a esta hora. Fomento y DGT tendrán que explicar esta absoluta falta de previsión que ha derivado en caos», escribía entonces Pedro Sánchez en su perfil de Twitter. Tres años después, sin embargo, Sánchez ha permanecido ausente de la peor nevada de los últimos 50 años, que ha provocado el caos, especialmente, en el centro del país. La paja en el ojo ajeno.
Y por supuesto, sobra el postureo de Casado, con una pala en la mano retirando nieve.

Anónimo dijo...

¿Se hubiese resuelto mejor la situación de la nevada, si la gestión de los aeropuertos fuese totalmente privada? ¿Se puede gestionar mejor si es una empresa totalmente nacionalizada? ¿Se puede comparar la gestión con las nevadas en las autopistas de peaje? ¿Es rentable que las empresas de servicios esenciales estén nacionalizadas? ¿Se puede discutir 'gestión pública Vs. gestión privada'? ¿A quién se puede reclamar, a la parte pública o a la parte privada? ¿O una por otra al final ambas escurren el bulto y se desentienden del cliente y de sus problemas? Al año que viene puede volver a nevar y en este año todavía puede volver a nevar, que estamos en invierno.

Anónimo dijo...

Si este temporal hubiese caído sobre Cataluña y el aeropuerto del Prat, el tratamiento informativo sería completamente distinto.