Por
José Enrique Villarino
Es el título del último libro de Javier Bustinduy con el que BB&J CONSULT, la consultora de ingeniería y transporte, felicita el año a sus amigos y clientes. Se trata de la decimoquinta edición de esta excelente idea, en la que el autor novela cada año, para quienes tenemos la suerte y el privilegio de ser destinatarios de un ejemplar, en torno a una idea, innovación o aspecto técnico relacionado con el transporte. En este caso "se relata el atormentado viaje de un ingeniero neoyorquino seducido por Vermeer a través de los canales petersburgueses", tal y cómo señala su autor en la contraportada.
Javier Bustinduy escribe cada año no un relato novelado sino una novela corta con todos los ingredientes y estructura de una novela. Su concisión y corta longitud se ven compensadas con largueza por una lectura, deliciosa, amable y casi familiar que deja siempre un buen sabor de boca. Combina con maestría en tan corto espacio narrativo un delicioso plato que incluye habitualmente una pizca de intriga, un fondo de tierna y cálida urdimbre entre los protagonistas y, siempre, un paradigma, problema técnico o innovación en el campo de los transportes. Este año, de los puentes fluviales. En pocas ocasiones he visto como se resuelve la trama narrativa de una manera tan sucinta y elegante. Dos o tres líneas son suficientes para ir guiando al lector, de manera incluso sorpresiva, de un nudo a otro de la obra. El espacio entre nudos, son arcos en los que el autor se recrea en una detallada labor de filigrana narrativa. El desenlace, casi siempre sorprendente. Una peculiaridad de este año: cada capítulo es narrado en primera persona según cada uno de los protagonistas –normalmente pocos-, a diferencia de lo usual que es que a lo largo del relato se vayan alternando los diferentes protagonistas. Una innovadora metodología de discurso.
Desde FTF le brindamos al autor la posibilidad de hacer llegar a todos nuestros lectores sus obras, colgándolas de nuestra página, para que todo aquel, sea o no adicto al transporte, pueda disfrutar de ellas. Estas páginas demuestran que ni la ciencia, ni la técnica están reñidas con la literatura. Javier Bustinduy y sus “transpornovelas” son un buen ejemplo de ello. Gracias.
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