¿Quiénes deben ser los accionistas de RENFE Operadora y ADIF?
Por
VIVALDI
Bueno, la pregunta formulada así, es incorrecta. Todos sabemos que los accionistas de una empresa, pública o no, son todos aquellos que aportan capital para que ésta desarrolle la actividad que tenga encomendada. En este caso, todo tipo de modalidades de transporte por ferrocarril, ejecución y mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias y algunas otras más. Pues bien, como a RENFE y ADIF los nutren los Presupuestos del Estado y a éstos el Tesoro Público y a éste las contribuciones de todos los residentes en España a través de sus impuestos, pues resulta que los verdaderos accionistas de la Operadora ferroviaria y el Administrador de la Infraestructura somos todos.
La pregunta no iba por ahí. Iba más bien por: ¿quiénes deben ser los que se sienten como representantes de los accionistas, o como accionistas, en los Consejos de Administración de RENFE y ADIF? Hasta ahora y me temo que en adelante, se sientan y sentarán todo tipo de funcionarios –más bien diría pseudo-funcionarios ya que suelen ser altos cargos nombrados a dedo que no suelen ser profesionales de la función pública y que desaparecen cuando cambia el gobierno o el ministro de turno- que acceden al cargo representando al ministerio que pertenecen. Hay subsecretarios, secretarios de estado, directores generales pertenecientes a Fomento, Defensa, Administraciones Públicas, Economía y Hacienda, Medio Ambiente y un larguísimo etc hasta 20 y tantos.
¿Y qué hacen? Pues nada. Asistir como convidados de piedra una o, a lo más, dos veces al mes, un par de horas a asertar y firmar –pocas y en contadas ocasiones firmas se les exigen- lo que les pongan delante los miembros del Comité de Dirección de la empresa que está formado por el Presidente, los Directores Generales y algún otro miembro más como el Secretario del Consejo, etc., con la aquiescencia, a su vez, del ministerio de tutela, que no es otro que el de Fomento y, en ocasiones, de Economía. ¿Responsabilidades exigibles? Que se conozca hasta ahora, ninguna. Pase lo que pase. Con su retribución se complementa así el sueldo que tenga asignado en su ministerio y ... santas pascuas. Incluso hay dos o no se si más, representantes de los trabajadores –bueno no se si este título es correcto y describe bien su función, dejémoslo en sindicalistas que es más genérico-. ¿Alguien puede decirnos que pintan en el siglo XXI los sindicatos sentados en el sitio donde se deciden las estrategias y la gestión (¿) de la empresa? Creíamos que eso se daba en los tiempos del vertical donde todos –empresarios, sindicatos y políticos comían del, y en, el mismo pesebre. No en una sociedad moderna en que cada cual tiene su papel. Y el papel de los sindicatos no es más que la defensa de los trabajadores. No el compadreo y el pasteleo en un totum revolutum en el que ni pinchan, ni cortan.
Volviendo al tema, en el Consejo de Administración deberían estar sentados los verdaderos accionistas, los que sufragan la empresa y los que la sufren o disfrutan como usuarios, los que, aunque no tengan tren, también la pagan. Así por ejemplo se nos ocurren: algún que otro viajero, algún que otro señor de Teruel que tienen más bien poco tren, algún representante de las organizaciones de consumidores, algún representante de los Consorcios de Transportes por eso de la coordinación, institutos de investigación puntera a ver si se contagia algo, algunos gestores que tengan experiencia probada, -Zara, El Corte Inglés, Microsof, Google, ....- que además aporten dinero, tecnología, conocimiento y management, del que en esa empresa se estila poco. Seguro, que contubernios como en los que la meten los fabricantes de trenes, las constructoras, y los múltiples lobbies que rodean al ferrocarril no se producirían con tanto descaro y desparpajo y cuando ocurren cosas como las de Barcelona 2007 pues, a lo mejor, se tomaban mejores decisiones, no sólo ahora, sino antes, hace muchos años. Los que no pueden estar, evidentemente, son los lobbies de proveedores tradicionales y los políticos y los representantes de los políticos. Lo único que aportan es ese principio malhadado, llamado de Laurence J. Peter. Es decir, incompetencia.
3 comentarios:
Muchas gracias VIVALDI por la información ¿Podría decirnos cuanto cobran de nuestros bolsillos por esos cargos a los que supuestamente tanto aportan?
Muy bueno este artículo, sí señor. Muy bueno, afirmo.
Y yo digo más. También se sienta en el Consejo un representante de la patronal de constructores de material ferroviario. El colmo, no forman ya suficiente lobby sino que ya se sientan a poner sus reales sobre la mesa del consejo. Con todo el descaro.Claro, así se toman las decisiones que se toman !!!
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