Ministra, ¿Para qué el sr Morlán a Barcelona?
Por FTF
Ministra Álvarez, después de haber visto hoy su comparecencia en el parlamento, navegando entre cifras, papeles y confusos argumentos, nadie diría que es ud del gremio de los economistas, más que nada por lo poco que se le dan, a la vista está en el vídeo del Congreso, estas cosas. Todavía más perplejo nos ha dejado en este FORO por la decisión tomada de mandar a Barcelona, nada menos que al Sr Secretario de Estado, antaño en tiempos de los Felipes, los de la casa de Austria y de Borbón –no el más reciente-, quasi ministros o ministros plenos, para dirigir y coordinar una comisionceja de nada –por cierto ya había otra Fomento/RENFE/ADIF-.
Vamos a ver, por debajo de Ud –en el ámbito ferroviario- está el mencionado Secretario de Estado, el Director General de Ferrocarriles, varios Subdirectores generales de ese ramo, con varios jefes de servicio y de sección –a los que se les supone alguna competencia profesional sobre los trenes-, el presidente de RENFE Operadora, el Director General de Cercanías y Media Distancia, alguno de sus directores ejecutivos y no ejecutivos, más todos los empleados de Cercanías y Media Distancia en Cataluña. Muy gordo debe ser el problema, que lo es, para mandar a su segundo. Pero, para eso está al Administración y las empresas organizadas jerárquicamente –sea esto bueno o malo- cada cual con sus cometidos y competencias. Puestos cursis, el coste de oportunidad, decimos los economistas –inoportunidad en este caso- de haber mandado al sr Morlán a Barcelona es muy, muy alto. Su puesto es para gobernar sobre todos los asuntos de ese ministerio referidos al conjunto del país, no un trimestre en una parte de él. Y ya se sabe, no se ha inventado todavía un único artilugio para comer sopas y sorber.
Porque, entonces, una de dos, o nombra un sustituto del Secretario de Estado y le nombra e éste director de esa comisión, lo que exigiría cesar a toda la línea jerárquica de él para abajo, incluidos todos los altos cargos de RENFE Cercanías –Media Distancia, o la cosa no tiene ni pies ni cabeza. Su decisión es, por no decir otra cosa, insólita en España y en el mundo.
Mire ministra, la cosa es más sencilla que todo esto. Las Cercanías de Barcelona, a pesar de los supuestos déficits de inversiones en infraestructuras, que al menos no son mayores que en otras partes de España como hemos demostrado en estas páginas hace pocos días y sí las inversiones bastante mayores que la media española, a pesar de que dicen que faltan trenes cuando el servicio se ha venido abriendo diariamente con trenes sobrantes y aparcados la mayor parte de los días, a pesar de que hay muy buenos profesionales y, mejores algunos a los que han prejubilado, a pesar de que antes llovía y no pasaba nada o casi nada, a pesar de las tan traídas y llevadas obras del AVE que suponen el 15% de las incidencias habidas en los últimos meses, a pesar de que ahora ya no se tensiona a la organización como hasta el año 2004 se hacía desde Madrid, porque los directores se ocupan de cosas más importantes que de estar encima de las cosas y la diaria, las cosas pueden tener arreglo.
Lo que ha habido desde que se cambió la organización en RENFE a partir de 2004 es un cambio en el enfoque de la organización, dando primacía a lo de arriba, a hacer reorganizaciones y reorganizaciones sin fin alguno sólo para colocar y recolocar personas y despreocupándose de las cosas reales de abajo, hecho que desde que nacieron las Cercanías no ocurría. Las cosas tienen un arreglo fácil que es volver a la gestión que hubo en Cercanías, dirigiendo a los excelentes profesionales que hay en Barcelona y en el resto de España, motivándolos y tensionando nuevamente la organización con una gestión previsora y preventiva. Por supuesto que son necesarias inversiones y mantenimiento, pero ello no lo es todo. Los importantes, los que al fin y a la postre solucionan las cosas son los de abajo. Por muchas comisiones y secretarios de estado, rodeados de directores de segunda fila, las cosas no se arreglan si no hay quien se remangue. ¿Por cierto, para qué están entonces los presidentes de ADIF, de RENFE, con sus respectivos directores generales de infraestructuras y Cercanías y toda una pléyade de directores y más directores si a la postre tiene que irse al campo de batalla sólo el sr Morlán y dos más? ¿Para qué, ministra? ¿A lo mejor, para quitárselo de debajo? Nosotros creemos que para nada. El tiempo lo dirá.
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