Más niños y menos km de AV

Sí, en esta nación hemos perdido el oremus o, si prefieren, el norte. La casta política que nos desgobierna a diestra, siniestra y nazi-onalista no hace otras cosas que aberraciones.


En ningún país de Europa los partidos están constantemente a la greña y rebozándose en tanta mierda y corrupción como han producido todos los gobiernos desde que el General se murió.

Le oí el otro día al catedrático y magistrado Arturo Beltrán, con un buen enfado, lo que dice el título. Y razón no le faltaba. España no es que se haya metido un tiro en el pie, es que nos hemos suicidado demográficamente. ¿Para qué vamos a querer más y más AVEs si no va a haber adultos, porque no nacen suficientes niños, para viajar?

Hay un aserto en economía, que de tanto usarlo en vano se ha convertido en demagógico, que el capital humano, es decir las personas, somos el principal activo de una economía. Y es cierto, sin personas, sin habitantes, sin capital humano, no hay economía posible. No hay fuerza de producción suficiente, por tanto no se puede consumir, ni exportat, ni invertir.

Los políticos a los que les aterra el tema demográfico porque no saben cómo meterle mano en su proverbial analfabetismo, ni hablan del tema. Lo más que se atreven a decir es que este no es un problema porque siempre se puede importar mano de obra, que es lo mismo que predica el vago: "que trabajen ellos". Y se quedan tan panchos.

Hoy día, al "establecimiento", los ro-ro´s, (Rockefeller & Rothschild), el nuevo orden mundial a través de una labor de ingeniería social, los movimientos feministas y de género, homosexuales y la cultureta de izquierdas que lo inunda todo, porque la derecha y el pensamiento conservador ha abdicado de ella, les parece muy bien que las masas perdamos nuestra señas de identidad nacionales y que nos traseguemos de un sitio a otro en un absurdo globalismo imperante.

Lo que hay que hacer para combatir la miseria de muchos pueblos africanos, asiáticos y americanos, no es desarraigarlos de sus naciones  (sí, también ellos tienen naciones y se consideran pueblos ) y permitir que pierdan su vida a manos de negreros del siglo XXI. Lo que se invierte aquí en ayudarlos y mucho más, hay que invertirlo en sus países de orígen.

Volviendo a la demografía, en España estamos en números rojos: a la cola de las tasas de natalidad y fecundidad, con saldo vegetativo negativo y una tasa que en vez de reposición, es de no reposición. Hemos iniciado ya la senda de que cada año se producenmás defunciones que nacimientos y lo que los demógrafos llaman el stock poblacional, se reduce. Esta senda ya iniciada al retornar muchos emigrantes a sus países emisores, se ve algo atenuada por el retorno a España de nuevas remesas de emigrantes que se están produciendo en los años más recientes.

Las previsiones del INE de las pirámides poblacionales a 50 años vista, dan miedo. Son catastróficas. Por eso, los políticos nos mienten cuando dicen que con empleo, habrá pensiones. Yo les digo, con viejos y cuatro en edad productiva, las pensiones son imposibles. Ni altas, ni bajas.

Las parejas no pueden tener más de uno o dos hijos porque los sueldos de miseria no dan para más. Sólo los emigrantes en que su situación aquí es mucho mejor gracias a las dádivas de nuestro sistema asistencial ( a veces en detrimento de las necesidades de ciudadanos españoles) que la de sus paises de origen, tienen mayor número de hijos.

El que esto escribe, ha trabajado 21 años en el ferrocarril y lo que he titulado en este artíulo, lo firmo, sin creer que por ello sea desleal con la empresa que me a estado pagando religiosamente mi salario durante todo ese tiempo. Yo se que mi empresa ni pincha, ni corta en decisiones estratégicas, que vienen dadas por los políticos desde Fomento y a las que los cargos políticos en Renfe se pliegan porque han sido nombrados para ello. Bien es cierto, que en torno a la empresa existen ciertos grupos de presión, los llamados stakeholders, que apoyan e inducen a los políticos a que la empresa haga A o B.

Son algunos cargos de los  primeros niveles, los sindicatos de clase y gremiales a los que les interesa una empresa engordada en todo, porque lo pagamos los ciudadanos, el cuarteto de los fabricantes de trenes que imponen remesas de trenes innecesarios, las grandes constructoras y tecnológicas que hacen las infraestructuras y los sistemas de seguridad, comunicaciones, etc. En fin, un sistema esférico que como dijo el castizo hablando de otra cosa: es una hijoputada, lo mires por donde lo mires.

A los políticos les da lo mismo llevar AVEs a la puerta de cada ciudad o pueblo, cueste lo que cueste, porque lo único que les importan son sus votos. Y los que vengan detrás que arreen. Haciendo un poco de caricatura, aunque no lejano de una realidad previsible, hacemos km de AV y compramos AVEs para los turistas del futuro.
Ningún país de nuestro tamaño económico y físico se han permitido y se permiten lo que nosotros.