05 octubre, 2019

Así se lo montan los de las puertas giratorias

Esta señora, Mª Teresa Fdez de la Vega, la que fue vice-todo, exponente de la casta de los políticos de las llamadas puertas giratorias, ahora Presidente del Consejo de Estado ha echado por tierra los expedientes sancionadores de la CNMC, que quieren imponer una nueva regulación en el sector eléctrico y del gas, con recortes multimillonarios a los ingresos de eléctricas y gasistas. O sea, empezar a ponerlas en su sitio.


De momento, al Técnico Comercial y Economista del Estado de la CNMC, Fernando Hernández, que ha sido el inspirador de las 14 circulares, lo han enviado como consejero económico de la Oficina Comercial de la Embajada de España en Tokio. Es decir, lo más lejos posible.

Estas circulares serán clave para que la CNMC pueda aprobar, por primera vez, los peajes eléctricos que regirán a partir de enero y que pagan 29 millones de usuarios. Nada más, ni nada menos. Las compañías energéticas más afectadas son Naturgy y Enagas, que hubieran visto reducidos sus ingresos entre un 30% y un 40% hasta 2026.

Estos son sólo unos ejemplos de puertas giratorias de políticos de primer nivel:

Alberto Nadal en REE, Ana Palacio en Enagás, Ángel Acebes en Iberdrola, Felipe González en Gas Natural, Pedro Solbes en Enel, Elena Salgado en Enersis Chile, José María Aznar en Endesa, Cristina Garmendia en Naturgy y Caixa Bank, Narciso Serra en Gas Natural Fenosa, Braulio Medel en Iberdrola y Unicaja, Hernández Moltó en Iberdrola Renovables … La lista es muy larga. Incluso Josep Borrell en Abengoa, condenado hace menos de un año por la CNMV a pagar 30.000 euros por el uso de información privilegiada en la venta de acciones de la andaluza de su propiedad, ligero traspié que por lo que parece no ha sido obstáculo para que el citado haya sido cooptado para dirigir la política exterior de la Unión Europea.

¿Y a qué no saben ustedes quién es el "letrado mayor" que entiende de estas circulares en el Consejo de Estado? Pues, Federico Trillo, ex ministro de Defensa con el PP.

Evidentemente, las grandes empresas energéticas no se quedan quietas y ante las normativas reguladoras que la entidad encargada de su supervisión pretende que sean asumidas por los oligopolios, éstos se rebelan y les pide a los beneficiarios de las puertas giratorias, que cobraron sueldos millonarios, hagan lobby ante el organismo que tiene que dar el visto bueno a las citadas circulares.

"Do ut des,"

El castellano ha heredado del latín una locución muy expresiva y que viene a cuento de lo que estamos diciendo. "do ut des", que literalmente significa "te doy para que me des". El que quiera entender, que entiendaMás claro, agua.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No, si, si claro está. El pueblo muchas veces ni protesta contra estos abusos de poder. Las asociaciones de vecinos están subvencionadas por los ayuntamientos, por las concejalías correspondientes, que no van a permitir que prosperen las quejas contra el propio ayuntamiento. A mayor nivel político llegamos a los altos cargos en los ministerios y las grandes empresas: el dinero pone al servicio de las élites económicas de las grandes empresas a los que tienen todavía influencia en política, que, por un buen pellizco, pueden salir muy favorecidos, aunque resultemos perjudicados la gran mayoría de los ciudadanos. Pensemos en las eléctricas por ejemplo . No interesan organismos de control que impidan esos favorecimientos a unos pocos contra esos perjuicios a una inmensa mayoría. No se si las manifestaciones por la exhumación de Franco resolverán estos problemas a esta gente, desde luego a la gran mayoría No, pero la gran mayoría tampoco sale a protestar contra los abusos de los lobbies que presionan al gobierno por encima de los intereses generales. ¿Tenemos lo que nos merecemos?.

Anónimo dijo...

La política de partido pone todo su interés en ganar votos. Luego, el grupo que ha ganado se olvida de los entresijos de los problemas de la vida cotidiana. Y desde luego los políticos hacen carrera al amparo de la impunidad. Cuando por algo pierden el cargo político, las empresas a las que han favorecido, les favorecen con un cargo en la alta dirección, y no precisamente en MBA, sino por figurar. ¿Alguien cree que los políticos en el poder van a hacer una ley que les limite siquiera estos beneficios? El Iglesias de Podemos reprochaba a la entonces presidentE de la Comunidad de Madrid muchas de las cosas en las que él hoy ha incurrido como parte de esa casta. Y todavía tiene adeptos que le votan. Otros le dividen el partido, porque en el fondo, la palabrería sólo vale para engañar a los incautos y mantener una cuota de poder y vivir del contribuyente sin resolverle un uno de sus problemas.
El Defensor del Pueblo Europeo dijo: "Lo que no es válido es dar un espacio privilegiado a ciertos intereses o proteger de la mirada pública los nombres de los influyentes". No es una violación irracional de la privacidad personal proporcionar el nombre de los cabilderos cuando se reúnen con funcionarios públicos.

Anónimo dijo...

Una mayor transparencia en la actividad de los grupos de presión con respecto a la Administración Pública ayudaría a despejar las dudas ante posibles casos de 'puertas giratorias' y tráfico de influencias.
Debido a la insuficiencia de controles en materia de lobby, es casi imposible para el público conocer quién busca influenciar, a qué decisores públicos, por qué medios y con qué resultados.
Esta falta de transparencia ha hecho que los lobbies vayan unidos en el imaginario ciudadano a casos de corrupción o de puertas giratorias. "Los grupos de presión no son negativos 'per se', tanto aquellos formados por colectivos empresariales como ciudadanos. El único riesgo es la presión que se ejerce en la oscuridad", asegura Juli Ponce, profesor de derecho administrativo en la Universidad de Barcelona.
El constante goteo de casos de corrupción no ha hecho que los partidos políticos apuesten claramente por dar luz y taquígrafos al trabajo de los grupos de presión. “Hay ciertos cargos en el sector público que van a condicionar el ejercicio del sector privado, la cuestión es si esos datos deben ser públicos o no y si las leyes son los suficientemente preventivas”. “Hay que cumplir la letra de la norma, pero también su espíritu”.